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La construcción del Palacio Pitti fue encargada por Luca Pitti, banquero florentino y partidario de Cosme de Médicis. Este gran palacio se construyó para rivalizar con la influencia de la familia Médicis, convirtiéndose en la mayor residencia privada de Florencia. A pesar de los mitos que atribuyen el diseño a Filippo Brunelleschi, Luca Fancelli fue el verdadero arquitecto.